martes, 16 de diciembre de 2014
Ojo por ojo
Los que se basan en el ojo por ojo acaban siendo seres mediocres, que no se interesan en encontrar una mejor defensa. La estupidez es el primer plato del día.
Pero todos sabemos sobre eso, es más, de pequeños eramos así, si nos hacían algo, se lo devolvíamos un pelín mas fuerte.
Si la mitad del interés en atacarnos lo tuviésemos en ser un poco más cultos y no aparentar ser cabezas huecas, yo me inclinaría ante la sociedad, pero esto no es así.
No pensar es mucho más sencillo, recurriendo a tus nudillos como mejor argumento.
¿Será la educación sobreprotectora? ¿O solo es el primer paso de la involución social?
Cuida a tu hijo como oro en paño, que el será el que acabe robándote ese oro. Sobreproteger a alguien no hace más que mostrarles que se les dará siempre todo hecho y que no tendrán que mover ni un testículo y que si quieren que le rasquen su apreciado pene, alguien vendrá y lo hará.
¿De quién es la culpa? ¿Padres? ¿Cultura? ¿Amistades? Os dejo pensar y analizar si hemos destruido ya completamente la sociedad y cuanto nos queda para hacer lo mismo con la cultura.
lunes, 8 de diciembre de 2014
Amor o egoísmo (Fragmento 'Tokio Blues')
-¿Un amor perfecto?
-¡No, hombre! No pido tanto. Lo que quiero es simple egoísmo. Un egoísmo perfecto. Por ejemplo: te digo que quiero un pastel de fresa, y entonces tú lo dejas todo y vas a comprármelo. Vuelves jadeando y me lo ofreces. “Toma, Midori. Tu pastel de fresa”, me dices. Y te suelto: “¡Ya se me han quitado las ganas de comérmelo!”. Y lo arrojo por la ventana. Eso es lo que yo quiero.
-No creo que eso sea el amor –le dije con semblante atónito.
-Si tiene que ver. Pero tú no lo sabes –replicó Midori-. Para las chicas, a veces eso tiene una gran importancia.
-¿Arrojar pasteles de fresa por la ventana?
-Sí. Y yo quiero que mi novio me diga lo siguiente: “Ha sido culpa mía. Tendría que haber supuesto que se te quitarían las ganas de comer pastel de fresa. Soy un estúpido, un insensible. Iré a comprarte otra cosa para que me perdones. ¿Qué te apetece? ¿Mousse de chocolate? ¿Tarta de queso?”.
-¿Y qué sucedería a continuación?
-Pues que yo a una persona que hiciera esto por mí la querría mucho.
-A mí me parece un desatino.
-Yo creo que el amor es eso. Pero nadie me comprende. –Midori sacudió la cabeza sobre mi hombro-. Para un cierto tipo de personas el amor surge con un pequeño detalle. Y, si no, no surge.
-Eres la primera chica que conozco que piensa así.
miércoles, 8 de octubre de 2014
Doble moral
Podríamos decir que el doble-pensar puede haber derivado a una doble moral bastante tóxica para la gente.
No puedo llegar a entender por que se tienen dos formas de pensar, una abierta al público y otra que se queda en tu interior, resonando en tu cabeza.
No necesito muchas palabras para hablar de esto, pero si es necesario explicarlo y decir que una mentalidad que no te protege en absoluto y que acaba siendo una calcomanía de un patrón social no os va a forjar como humanos, dejando vuestra alma vacía y al borde de la simpleza mental.
martes, 7 de octubre de 2014
Llamada al pensamiento
Pensar es una acción que muchos tildan de involuntaria. En lo personal, quienes alegan eso son los que no le han dedicado en su vida ni un simple minuto.
La mente es sumamente maravillosa, sobre todo cuando procedes a cultivar su uso abstrayendo el cerebro y volteando tus pensamientos hasta conseguir resultados alucinantes.
Volviendo a lo de la soledad, cuando esta está de cuerpo presente, tu mente puede comenzar a funcionar dando lugar a dos cosas importantes: indagar en tu propia consciencia buscando resolver, analizar o aprender sobre tus propias creaciones imaginativas, que es a lo que le suelo dedicar mi tiempo.
La segunda opción es comenzar a observar a la gente que tienes a tu alrededor. Extraños en todos los sentidos, con conversaciones que pueden ser aburridas con temas de índole privado; o conversaciones relativamente curiosas, donde traman temas de interés donde las opiniones de los emisores pueden o no coincidir con las tuyas propias. En momentos de soledad se posee suficiente tiempo para analizar estas conversaciones e intentar sacar algo en claro.
Siendo sinceros, la orden del día es el fútbol, tema que, honestamente, no me atrae lo más mínimo. En la otra mano, tenemos temas curiosos donde escuchas a gente hablando de cosas como el gobierno, cosa que puedo llegar a estar harto pero también puede ser interesante de tratar porque me da una serie de premisas en las que pensar y me obligan a trabajar el cerebro estudiando el pensamiento y la dialéctica.
"El gobierno es malo" o "Que bien lo hace el gobierno"; estas frases son el resumen de la idea general humana en ámbitos gubernamentales. No me voy a inclinar por ninguna de las dos, ya que, en pocas palabras, no me apetece.
Lo que sí quiero tratar es la facilidad que tiene el mundo para opinar sin argumentar, catalogar como "bien" o "mal" a su beneficio propio y dar discursos insulsos y sin sentido, más de uno con acusaciones inestables y mal definidas.
Llamo a la reflexión, al pensamiento y al orden mental y pido desde mi más profunda existencia que alguien más, a parte de la minoría existente, comience a pensar racionalmente para así volver a confiar en la humanidad.
lunes, 22 de septiembre de 2014
6 - Humo entre las notas
Cuando el cigarro se consumió vio aparecer por la esquina a Mery. Llevaba un vestido largo azul y una chaqueta encima negra. El vestido era sencillo, que no se excedía en formalidad pero mantenía su elegancia. Llevaba el pelo suelto y le bajaba por los hombros.
Mary observó que ya la estaban esperando y esbozo una pequeña sonrisa que tardó poco en borrarse, como si de una alucinación se tratase. Cuando estaban a un metro el uno del otro, Kevin rompió la tensión saludando a la joven dama, ella avanzó hasta él y le besó la mejilla con la misma calidez que la primera vez. Esa sensación sería imborrable en su memoria.
- Bueno, espero que tengas un sitio pensado para cenar, me muero de hambre - Dijo Mary sonriendo.
- Pues hace tiempo que no vengo, pero posiblemente haya un sitio que esté abierto. No es gran cosa ni es un lujo, pero puede gustarte - Comentó Kevin saliendo del pequeño apuro.
Anduvieron durante veinte minutos hasta un pequeño restaurante familiar. Por el camino ella le preguntó a que se dedicaba. Kevin le dijo que era estudiante de filosofía y estaba preparando su tesis actualmente.
- ¿Filósofo? Creo que me he topado con un loco - Ambos rieron.
- ¿Y tú? ¿A que te dedicas actualmente?
- Trabajo en un negocio de transportes coordinando a los conductores de camiones y dándoles indicaciones. No es muy entretenido, pero saco suficiente sueldo para vivir con tranquilidad.
La cena fue bastante entretenida. Ambos hablaron de sus vidas contando anécdotas. Cosas simples sin indagar en la intimidad de cada uno. Cuando terminaron ambos salieron a dar un paseo hasta la donde Mary se alojaba.
- Bueno, creo que esta es una despedida - Dijo Kevin algo apenado.
- Yo aun estoy de vacaciones durante cinco días más. Ten -Mary sacó de su bolso una tarjeta con su número de telefono- Cuando te apetezca charlar o tomar algo, avisame. Ha sido un placer conocerte Kevin. Hasta la proxima.
Esa vez no hubo beso en la mejilla, fue un abrazo. Dulce, cálido, pero que acababa amargo cuando se separó.
Volvió andando hacia el hotel con tranquilidad fumándose uno de sus últimos cigarros. Las calles estaban vacías y sus pisadas sonaban duras y férreas. Cuando entró al hotel y pasó delante de recepción, la mujer que estaba tras el mostrador le llamó.
- Perdone ¿Es usted Kevin, no?
- Sí, dígame.
- Acaba de recibir una llamada de su hermana, es urgente dice.
- ¿Puedo llamar desde mi habitación?
- Por supuesto.
- Muchas gracias.
Kevin subió con gran velocidad las escaleras y llamó a su hermana. Solo se oían sollozos y entre sus lágrimas, escuchó la palabra "muerto".
(Continuará)
sábado, 20 de septiembre de 2014
Fama sin condecoración
De las cosas que más me han sorprendido de la conducta humana ha sido la fama; gente a la que se le da una importancia especial por razones de talento: música y cine principalmente. También existen famosos que únicamente han participado en la vida social de otra persona famosa y desde ahí han despegado hasta ser figuras llamativas hacia la sociedad.
Pero yo he venido a hablar de la fama de internet, y sobre todo, de la fama en twitter, red social que habito con mucha frecuencia.
Cientos, diría miles incluso, de personas, buscan atención por cientos de medios. Lo curioso es como el ser humano se inclina a ser el centro de atención. ¿Pero lo hacen porque tendemos a ser sociales o porque nuestro ego tiende hasta el infinito?
La respuesta a priori, puede ser dudosa. Cada persona es un mundo, y cada uno tiene sus razones. Desde mi punto de vista, la gente lo hace o por puro egocentrismo, para sentirse importante a causa de carencias en tu vida o simplemente porque te encanta ser el centro del mundo.
Sabiendo que el mundo actual se basa en creer que tú eres el centro de todo, el egocentrismo es la respuesta correcta.
Con esto no digo que todo el mundo sea egocéntrico en internet, pero sí admito que ese problema es fatídico y esta causando un efecto antisocial en la red. El "yo" siempre será más importante que el "vosotros" y la realidad es cruda, amarga y cruel.
jueves, 11 de septiembre de 2014
Talento y experiencia.
La envidia adjudicada al talento natural viene desde tiempos inmemoriables: escritores, músicos, guerreros, artistas... Hay cientos de cosas en las que el talento ha ayudado a la potenciación de una aptitud.
Todos tenemos algún talento, pero esto no quiere decir que siempre vayamos a descubrir cual es. Todos hemos conocido a ese chico que en matemáticas sacaba los ejercicios antes que todos, o ese amigo que con poco tiempo de práctica era buen dibujante.
El ejemplo contrario es esa persona que se ha esforzado mil veces mas para llegar a ser como aquellos que tienen talento. Ellos no merecen ni más ni menos respeto y es sencillo el porqué: la gracia de todo ello es que han luchado con más o menos dificultad para alcanzar su objetivo. Todos querríamos ser unos talentosos para lo que nos gusta, pero no tiene por que ser así. Todo esfuerzo tiene recompensa. Así que no infravaloremos a los que no se han esforzado por ser mejores por naturaleza ni supravaloremos a los que han dado todo por algo que quieren. Todos merecen una gran ovación. Y recordad que nadie es un genio de nacimiento ni un inútil para toda su vida.
lunes, 18 de agosto de 2014
Abuso de poder
A veces te paras a pensar en los típicos "¿Qué pasaría si...?" y hay casos en los que obtenemos respuestas. Imaginad que haría la humanidad si se desarrollase un suero de supersoldado sin efectos secundarios nefastos en la persona, o armas que puedan causar desastres naturales, e incluso, obtener la tecnología que debería ser propia del siglo próximo. Ahora forzad un poco más vuestra cabeza e imaginad que TODAS las armas que podríais imaginar las tenga un solo continente, un solo país, una sola ciudad, una sola persona. Comenzaría un reinado de terror más temido que cualquier dictadura ya pasada.
Los avances tecnológicos traen consigo muchas mejoras en la calidad de vida, pero por otro lado, el pretexto de su creación sigue siendo el egoísmo del ser humano.
Egocéntrico por naturaleza, nunca admitiría la existencia de seres superiores, solo cuando nos sintamos más poderosos que los demás. El cine sobre todo, esta plagado de esos elementos de "La humanidad es sumamente importante y tiene mucho poder". Nos hemos creído que somos las criaturas más importantes y poderosas del universo, lo que nos llevaría a la sobresuperación si apareciesen criaturas aun más inteligentes y finalmente, todo ello, acabaría en la más pura y abismal devastación.
miércoles, 11 de junio de 2014
Carne de hielo
toca el suelo, se vuelve frágil.
Todas las ramas, en movimiento ágil
lloran como si no fuese cierto.
Joven dama, tú mira al cielo,
muestra siempre tu belleza grácil,
que la flor cae siempre fácil,
hasta que su alegría haya muerto.
Luce como un ángel en pena,
y muestra sus ojos vacíos,
con esa dura y gris mirada.
Vendrá y te robará cuan hiena
y su momento traerá frío
vive, bella, en tu morada.
lunes, 9 de junio de 2014
Compleja y aterradora
Podéis pensar que esto es absurdo, que como el cuerpo va a querer autodestruirse. Para que observéis que no es tan locura, pensad en el cáncer, que no es más que una respuesta ante la amenaza hacia tu salud de tus propias células, donde unas se atacan a las otras.
Pero la mente es más sorprendente. Para hablaros de ello me gustaría mostraros un vídeo primeramente para introducirnos en el tema.
Como se puede observar, la mente es capaz de engañarse a sí misma y hacerte sentir incómodo. El terror nocturno, las obsesiones, los miedos, los estados paranoicos y cualquier enfermedad mental son causadas por un desequilibro que tu propio cerebro ha creado. Nadie elige ser un paranoico ni padecer esquizofrenia, pero sabemos a ciencia cierta que muchos seres humanos padecen estas enfermedades metales.
Entres las cientos de enfermedades que puedan existir, hay cuatro que podría destacar en cuanto a interés científico que son: el terror nocturno, la paranoia, la esquizofrenia y la psicopatía.
Terror nocturno
Todos hemos tenido alguna pesadilla alguna vez y nos hemos despertado empapados en sudor del miedo que nos ha causado uno de esos aterradores sueños, pero el terror nocturno es algo que va más allá. Es un miedo a dormir que acaba causando insomnio. Pesadillas tan reales que piensas que podrían matarte como si la propia película de Pesadilla en Elm Street se hubiese implantado en nuestro universo protegido de tal ficción. Algo mucho mas interesante es que , a pesar de poder saber que estas soñando, no puedes despertar y eso produce un estado de frustración y pánico supera a muchos miedos que tenemos cuando estamos despiertos.
Si fuesen simples pesadillas no existiría ningún problema, pero estos terrores pueden causar sonambulismo, taquicardias o, si despiertas a alguien que esté en este estado, podría incluso caer en un estado vegetativo. Lo mejor es que todo esto es natural de la mente y creado por ella misma.
Paranoia
La paranoia, también conocida como "trastorno delirante" es una enfermedad mental que crea ideas equívocas en nuestro cerebro. Estas pueden ir desde poseer unos delirios de grandeza superiores al de cualquier Señor del Universo hasta pensar que una entidad quiere asesinarte o mutilarte para que confieses algo que crees saber.
Esto acaba creando un cierto grado de hostilidad hacia la gente que le rodea, porque piensan que nadie les apoya ni les comprenden, lo que puede crear situaciones violentas o aumentar el grado del desequilibrio mental que posee, acabando en una psicopatía llevándose más de una vida por delante.
Esquizofrenia
La esquizofrenia posee varias similitudes con la paranoia con una serie de añadidos, como pueden ser las alucinaciones. Existe un terror inimaginable hacia el exterior a causa de la alteración de los sentidos, lo que hace que la vida de un esquizofrénico no pueda nunca acercarse a un nivel normal. El miedo suele ser parte de su día a día lo que le convierte desconfiado e incluso, puede llegar a ser peligroso.
Reconocer a alguien puede ser una ardua tarea, ya que tus ojos observan una realidad distorsionada.
Una curiosidad es que el LSD fue creado para el estudio de la esquizofrenia, ya que su efecto alucinógeno es lo más similar a las que poseen los pacientes esquizofrénicos.
Amor con pocas palabras
sábado, 24 de mayo de 2014
Amigos y enemigos
Posiblemente uno de los enemigos del hombre sea el tiempo libre. Seguro que no me equivoco al afirmar que todos hemos meditado en esos momentos en los que no hacemos nada y nos hemos creado quebraderos de cabeza al pensar en nuestra vida y los problemas que tenemos. Nos gusta complicarnos y eso nos hace humanos. Pensar en amor, trabajo, dinero... Todas esas cosas por las que llegamos a sufrir, pero que al fin y al cabo, son nuestro día a día.
Es irónico que pensar y tener tiempo libre sean tanto nuestros amigos como nuestros enemigos.
miércoles, 21 de mayo de 2014
No es lo que parece
El humor negro es algo que siempre me ha gustado. No voy a hacer muestras públicas de éste ya que no estamos de cachondeo, sino hablando de cosas serias, pero todos conocemos los chistes de Irene Villa, Carrero Blanco, sobre leprosos, y otros que para mucha gente pueden parecer grotescos.
El ki de la cuestión es que, al tomarlos como mal gusto, se llega a pensar que te crees esas cosas, que te parecen correctas y que tienes una mente tan perturbada que llegarías a hacerlo.
Estamos hablando de humor, una forma de hacer humor que puede o no ser de buen gusto, pero cuando la gente lo utiliza, sabe perfectamente que no lo dice en serio. Pasa lo mismo con el humor machista. ¿Quién no ha hecho un chiste machista? ¿O un chiste hembrista? ¿O ha utilizado humor basándose en razas o creencias religiosas? Creo que TODOS somos culpables y no les culpo, porque conocer nuestros límites es lo que nos hace inteligentes. No siempre hacer humor de un tipo nos transforma en el ser al que podemos repudiar. No todo es lo que parece.
miércoles, 30 de abril de 2014
La respuesta no es la televisión
Sé que es un tema muy mascado, pero la opinión de todos es importante y para mi mismo, la mía lo es también, por lo que sabía que necesitaba incluirla en algún momento.
Todos hemos escuchado eso de "No te creas todo lo que ponen en la tele", pero nunca he escuchado "no te creas todo lo que dice la radio".
Los medios de comunicación han sido comprados por empresas, por personas que tienen unas ideas y que pueden o no coincidir con las tuyas. Con esto quiero llegar a que nunca difundirías por un medio de comunicación que te pertenece ideas que son contrarias a lo que realmente piensas, porque buscas tu propio beneficio.
Hasta ahí ya tenemos el "por qué" de la realidad parcial de los medios de comunicación. El problema llega cuando no sabes donde informarte.
No existe la más pura objetividad. Queramos o no, todos damos nuestra opinión al hablar y es imposible evitarlo. Los textos objetivos como fuentes de información no son muy fiables.
Pero no voy a meterme en todos los medios, quiero hablar sobre todo de la televisión y lo que trae consigo.
Si os digo televisión pensareis tanto noticias como series, películas, programas, concursos y mucha publicidad. No quiero nombrar ningún canal, pero todos sabemos a cuales me refiero.
La telebasura está al orden del día. Programas donde ves la vida de una panda de estúpidos viven, o niños problemáticos a los que les dabas una bofetada para calmarles. Concursos que lo último que te piden es ser inteligente o series tan sumamente simples que hasta un bebe las entendería y podría mejorarlas.
Siempre me he preguntado porque la gente ve estas cosas, porque invierte horas y energía en analizar lo que se dice y he hallado la respuesta: mientras menos piense yo, mejor para mí. El concepto "desconectar" lo hemos llevado demasiado lejos, hasta tal punto que ver a una persona que podría tener 80 puntos de cociente intelectual nos parece entretenido. Somos esclavos de la estupidez, porque lo estúpido es simple y gracioso y cuanto más vacío esté nuestro cerebro, más fácil será lavárnoslo.
No hace falta decir que si seguimos con esto y dejamos que programas como esos nos laven en cerebro, la raza humana perderá la poca inteligencia que le queda y acabaremos siendo esclavos de la estupidez.
viernes, 18 de abril de 2014
Una mente perturbada
Está de suerte. Lo va a conocer todo, pero esté tranquilo. Embarcarse en una mente ajena es algo complejo y difícil de tolerar, pero no se preocupe, no es una historia compleja. Acomódese en su asiento, relájese y escuche la historia. Posiblemente sea la única oportunidad de adentrarse en una mente como la mía. La única condición para esto es sencilla: no debe interrumpirme en ningún momento. Sé que llegará un momento en el que tenga la información suficiente, pero aún así, le pido este deseo egoísta de ser escuchado hasta el final de mi relato. Coja papel y boli si desea escribir algo, o que le traigan un café, porque puede que su boca acabe pastosa.
Como se ve a simple vista, soy un tipo bastante sencillo físicamente hablando. No destaco por nada en especial por mi cuerpo. Por otro lado, mi mente ha sido considerada por mucha gente brillante e incluso, espeluznante, ya que no es algo fácil de entender que alguien tan joven hubiese conseguido algunos tipos de proezas, pero ese es otro tema que no busco tratar ahora mismo. Siempre he vivido en un hogar normal: un padre serio pero comprensivo, una madre cariñosa y amable y un hermano agradable, la envidia de cualquier otra familia. No somos adinerados, pero no hemos estado nunca faltos de nada. Vivíamos bien. Podría decir que aun viven bien.
Tuve mucha suerte con el empleo. Cuando terminé mis estudios superiores sobre informática, encontré un puesto de trabajo como asesor técnico en un hospital de la zona. Buen sueldo y compañeros agradables. No era la vida perfecta, pero sí una buena vida.
Nunca he tenido una pareja estable, pero sí, gracias a mi labia, he mantenido muchas relaciones sexuales con mujeres de casi todo tipo, tanto hermosas como no tan agraciadas, todas dentro de un margen de figura, donde no se permitían ni demasiado delgada ni demasiado gruesas. El sexo era una forma de desfogarse, como cuando un músico toca su instrumento o un dibujante culmina su obra.
Creo que mi vida era la envidia de todo hombre medio y a su vez, su mayor desolación. El 90% de las veces que un hombre dice que no quiere pareja estable miente, porque en el fondo esa calma de tener a alguien al despertarse es lo que les alivia. En mi caso no es así. Me gusta la soledad de mi casa y el sexo.
Todos hemos tenido curiosidad por algo creo yo. He probado a mantener relaciones con bastantes mujeres como ya he dicho antes, pero un día encontré a una en especial que estaba un poco chiflada. Es una lástima que se encontrase a alguien peor.
No nos tomamos ni una copa. Llegamos y nos desnudamos. Ella me pidió cosas. No hablo de solamente sexo. Me pidió maltrato. ¡Era una masoquista! Nunca había probado tal cosa. Azotes, golpes, estrangulamiento... Estrangulamiento... No conocéis esa sensación. La sensación de mantener la vida de alguien o eliminarla por siempre. Creo que dejé de escuchar a aquella mujer. Mis manos rodeaban su blanco cuello y mientras aun tenía sexo con ella, yo la estrangulaba. Aquellas manos que abrazaban sus últimos alientos hasta que su cuerpo se quedó inmóvil. Un hombre normal habría comenzado a temblar y un terror le hubiese invadido, pero a mi no. Estaba tranquilo y no tenía ni un solo remordimiento. Mi corazón latía a gran velocidad emocionado. Era una sensación magnífica.
Me deshice del cadáver y conseguí evitaros. No fue complicado. Nadie me podía relacionar con ella. Y así ha sido siempre. Tres asesinatos. No hubo nada más que tres.
El primero ya le conoces. El segundo fue seis meses después del primero. La conocí en un bar. Estaba sola bebiendo como una loca. Su novio le había dejado y necesitaba desfogarse.
Cenamos en su piso y tomamos algunas copas.
Tuvimos sexo en exceso. Casi una hora después aún seguíamos haciéndolo y poco a poco mi mente se iba quedando en blanco. Mis manos subían por su cuerpo desde su cintura hasta sus pechos. Los acariciaba como si fuesen esculturas frágiles y disfrutaba sintiendo su piel. Pero no me di cuenta como iban subiendo mis manos, como apretaban su cuello. Ella entre gemidos y gritos se desvaneció y quedó inmóvil sobre su cama.
Me senté a los pies de aquel colchón de matrimonio y me encendí un cigarro. Cuando me lo terminé, me vestí, guardé todas mis cosas, besé su fría frente y me marché. No tiré el cigarro hasta salir de la casa en la papelera más cercana. Eran las 4 y media de la mañana y las calles estaban totalmente vacías y las ventanas con las luces apagadas. Volví a mi casa dando un paseo mientras encendía entre mis labios otro cigarro. Cuando llegué, dormí como cualquier otro día. Sin remordimientos. Sin nada en la cabeza más que la sensación de haber dado muerte con mis manos de nuevo.
A la mañana siguiente me replanteé todo. No sabía si era la unión del placer sexual con el asesinato lo que me hacía arder. Tras horas de meditación y media botella de ron, me di cuenta que eran placeres distintos. Al ser uno de ellos excesivamente peligroso dejé pasar el tiempo. Estuve meses viviendo mi vida sin rodear mi cuerpo con el aura de La Parca.
Una noche, el bar estaba más lleno de lo habitual. Sería interesante si no fuese que la mayoría eran hombres. Entre tanto pene suelto, encontré a una joven en la barra tomándose algo que sería un gintonic. Por primera vez en mi vida no pensé en ella como objeto sexual, sino como objeto de asesinato. El simple hecho de mutilarla me llegaba a excitar y el sentir su sangre entre mis manos, abrazar su cuello hasta su desvanecimiento. Es una sensación que podría sustituir a cualquier relación sexual que se pueda tener. No me acerqué. Esperé a que se levantase y se marchase.
Soy una persona cuidadosa. La seguí durante días sin que notase mi presencia. Una noche, ella fue a un local de bastante buen ver. Decidí acercarme y comenzar mi aventura. Estaba todo preparado a la perfección y yo sabía perfectamente que sería el último, pero el más perfecto. Conversamos por más de una hora y acabamos dando una vuelta. Ofrecí invitarla a mi casa y ella accedió. Nos tomamos cada uno una copa y comenzó la noche. Sería mi ultima noche, por lo que aprovecharíamos para tener sexo y después dedicarlo a mi placer personal.
Fue una hora intensa. Al finalizar, salí del cuarto y busqué una cuerda. La habitación estaba a oscuras y ella estaba en pie mirando por la ventana. Me acerqué por detrás y amarré su cuello con la cuerda hasta que se desmayó. Sabía cuando parar, por lo que no tenía problema. Tomé su pulso y comprobé que estaba viva, por ahora.
Había acondicionado mi sótano para mis juegos. Mi juego. La até a un tipo de camilla y la amordacé. Con un vaso de agua sobre su frente volvió de su sueño y me miró con pavor. La mayoría lo conocéis. Mutile su cuerpo con cientos de cortes. Le corté los dedos de manos y pies y quemé los extremos para evitar el sangrado. Finalmente, tras ver como todas sus heridas emanaban sangre y ella lloraba, corte su cuello. Un cuello blanco infundido en rojo. Nunca podría olvidar aquella escena.
Se que piensan que estoy loco. Unos dirían que sí. Me habéis juzgado ya en vuestro interior y no me importa. Estoy aquí porque yo ya he vivido todo lo que quería vivir.Ni sí quiera me habéis atrapado. Ni os habéis acercado. Estoy aquí para demostraros que, aunque encontréis a un asesino, en todo el tiempo que habéis perdido, ya han aparecido cientos más, con mentes más perversas y malévolas. No os dais cuenta, pero en este mundo el mal es implacable y la justicia ya ha sido violada y asesinada.
jueves, 17 de abril de 2014
Hablemos un segundo
domingo, 30 de marzo de 2014
Mi mente ajena
¿Qué es un ser humano más que una criatura simple y compleja simultaneamente? No afirmo esto porque me apetezca, para nada. He experimentado en mi propia mente esa sensación de simpleza y de complejidad al mismo tiempo. Pensamientos simples que se enrevesan a causa de las divagaciones de una mente algo perturbada por todos sus acontecomientos.
Odiamos perder, pero otros odian admitir que han ganado. A aquello que pretendo llegar es que puedes rechazar la realidad solo porque te intentas convencer de que no es como tú piensas.
Podría decir que en poco tiempo siento que he perdido algo con la misma facilidad que lo he ganado. Todo por ser una persona desconfiada. No confio en las palabras de apoyo de los demás. Pienso que pueden ser mentira porque es posible que lo sea. He de decir que, en este mismo instante desearía más que nunca cambiar el pasado y evitar mis truncados sentimientos. Ahora tengo miedo a un rechazo o a la ignorancia. El miedo a querer a alguien me ha jugado una mala pasada y le ha apoyado mi falta de confianza en las personas.
Pensad y no caigas en la estupidez de retorcer vuestra mente por tonterias. Las personas que os quieren de verdad, nunca os mentirian en esos ambitos.
jueves, 20 de marzo de 2014
Ganar o perder
Estructura tu mente y ordena todos esos pensamientos. Ahora mismo nada se asemeja a lo que imaginabas. ¿Crees que has ganado? ¿Crees que puedes condeguir algo?
No decaigas, afronta el miedo y lucha. Perder implica el intento, la retirada, cobardía.
jueves, 13 de marzo de 2014
Falto de algo
Ahora mismo estoy padeciendo una crisis del peor tipo posible. Mi mente ha dejado de funcionar y mi imaginacion no llega a producir mas que simples palabras. Lo que quiero decir es que estoy pasando un crisis de inspiración. Estos ultimos días he necesitado escribir con urgencia, plasmar lo que mi mente grita pero es plantarme ante el ordenador y olvidarme de todo. Tengo miedo de vivir la vida de mi propio personaje, aquel que no pudo escribir más por esa falta de inspiración abusiva.
No se cuanto tardaré en subir algo más, ni si será de una calidad aceptable o simplemente será algo simple sin atractivo. Solo espero que esto termine.
lunes, 17 de febrero de 2014
Vacío mental
Como toda historia, hay una fecha de comienzo. Para esta, es el 17 de Febrero de 1992. Recuerdo el día, porque fue el día que mi hermano falleció. Yo tenía 31 años (Actualmente, 34) y me estaba dedicando, por enésima vez, a escribir una novela. Nunca he conseguido crear una novela que me convenciese del todo. Empecé con esta afición a los 18 años, justo al entrar en la universidad. Empecé la carrera de Antropología. Digo 'empecé' porque no llegué a acabarla. En el segundo año acabe abrumado de estudiar. No me gustaba el grado que estaba estudiando y ninguna otra carrera me llamaba especialmente la atención. A los 20 años había dejado la carrera. Comencé a trabajar en una academia como profesor de apoyo para los cursos de educación obligatoria. El sueldo no era nada del otro mundo. Vivía solo en un pequeño piso de alquiler con derecho a compra.Era un apartamento simple, sin nada en especial. Lo más moderno que había en él era un ordenador que me había podido permitir para poder escribir mis relatos. Me gustaba la escritura a mano, pero la comodidad de una computadora no se comparaba ni lo más mínimo.
Le dedicaba casi todo mi tiempo a la escritura o a mi trabajo. De vez en cuando ponía alguno de mis vinilos en el tocadiscos y dejaba las horas pasar mientras sonaba "Stairway to Heaven" de Led Zeppelin o "Child in Time" de Deep Purple. Ambas canciones hacían que mi mente se quedase en blanco y viajase a otro mundo, como cuando lees una novela.
En un mes llegaba a escribir uno o dos relatos, de unos 4 folios cada uno. Lo debía compaginar con mi trabajo y con las tardes con mis amigos, que tampoco eran muchas. Con el tiempo lo asumí fácilmente. Dos años después de esto, después de todos los relatos que había escrito, me decidí por una novela por primera vez. Quería comenzar con algo sencillo, pero nunca es fácil escribir una novela. Trataba sobre un misterio que le encomendaban resolver a un detective. Este misterio giraba alrededor de una desaparición que finalmente tendría que ver con una serie de sectas de origen francés. La idea no cuajo y no acabé la novela. Volví a mis relatos. Me despidieron del trabajo, pero tarde poco en encontrar un nuevo empleo. Esta vez era de dependiente en una librería, cosa que no me era molesta para nada. Me gustaba convivir entre tanto libro e iba con más ganas a trabajar. En mis ratos libres buscaba novelas para comprar y todas las semanas acababa llevándome una o dos. Recuerdo que la primera que compré fue Casa desolada de Charles Dickens.
Ese trabajo revivió mi interés por la escritura de novelas de nuevo. Comencé una novela de nuevo y está si la conseguí acabar. Trataba sobre un hombre que un día despertaba en la calle y no recordaba nada. Solo poseía la ropa que tenía y una chapa militar con dos letras: M.L. La historia se desarrolla en Nueva York en el año 1960. Al final, el extraño hombre resultaba no ser nadie. No existía, pero el hecho de no recordar y conocer a la gente, le hacen crear su propia vida. Era una novela muy corta. Creo recordar que me ocupó unos 70 folios a máquina. La novela se publicó en una pequeña editorial con una tirada de 2000 ejemplares. Las ventas no fueron muy buenas, por lo que no la reeditaron. Aunque mis ánimos habían subido, no imaginé nunca que me iba a ser tan duro afrontar las pocas ventas de mi novela.
Después deje de escribir por un tiempo tanto novela como relatos. Le dediqué más tiempo a mi vida fuera de ese pasatiempo y comencé a salir con algunas chicas. Todas eran relaciones pasajeras: una charla corta, unas copas y una noche de sexo. No buscaba ataduras ni las busco ahora; mi vida de solitario es bastante completa.
Años después escribí la que sería mi última novela completa. Se titulaba La noche en el camino. La historia era sencilla, directa y atractiva. Una joven de 24 años pierde su rumbo de ser. Se da cuenta de que todo lo que hay a su alrededor no la satisface por completo. Hasta hacía unos días, ella era feliz. Tenía pareja estable, un puesto de trabajo de enfermera en un hospital, una casa a medio pagar. Todo eran ventajas. Pero un día encuentra un libro bastante antiguo, que rezaba en su portada La noche en el camino. Este libro era distinto a todos los demás, ya que en él describía lo que tu querías que describiese. La joven, por el contenido del libro, se dio cuenta de ese vacío que había dentro de ella. Un día, de buenas a primeras, se marcha de viaje hacia los montes de China. Allí conoce un par de aventureros que buscaban escalar una montaña. La joven, aunque inexperta, decide probar suerte. Era una escalada sencilla por lo que no hubo inconvenientes. En la cima, los tres jóvenes, se encuentran un pequeño santuario budista. La mujer se queda asombrada. Aprende su modo de filosofía de vida, sus costumbres y en el último momento de su estancia allí, decide quedarse. Finalmente, descubrimos que ese santuario no es más ni menos que Shangri-La, el paraíso utópico creado por Hilton James en Horizontes perdidos.
La novela tuvo muy buena acogida. Se realizaron tres ediciones de grandes tiradas cada una. No puedo decir que estuviese triste. Estaba viendo cumplir mi sueño. El día que envié la novela era el 12 de Febrero de 1992, cinco días antes de aquel suceso.
Esos días los pasé lejos del mundo de la literatura. Pedí una semana libre en mi empleo, que no dudaron en dármela. Visité a mis padres, tomé unas copas con mis amigos y tuve sexo con más de una desconocida. Mi vida era perfecta.
La mañana del 17 de febrero tuve una idea para un relato, pero cuando me puse frente a la pantalla del ordenador con los dedos sobre las frías teclas, estos no se movían. Parecía que los nervios de mis manos habían sido eliminados. No respondían a mis pensamientos. Era como si alguien hubiese borrado las palabras de mi mente para escribir.
Me pasé el día en el bar tomando whisky. Odio el whisky, y más si es alemán, pero necesitaba algo para obviar lo que había sucedido hoy. A la mañana siguiente lo intenté de nuevo y no pude. Mis manos estaban paralizadas. Probé a escribir otro tipo de cosas: lista de la compra, días de cumpleaños, cartas personales... Y lo más curioso es que sí podía hacer eso. Pero cuando intentaba relatar algún suceso imaginario, mis manos se quedaban en rigor mortis y tenía que dejar de escribir.
Hasta el día de hoy no se ha solucionado el problema. Puedo reescribir mis propias obras o las de otra persona siempre y cuando no cambie nada. Puedo relatar mi vida, como estoy haciendo ahora, pero cada vez que intento escribir un nuevo relato, mis manos mueren. Fui a médicos especialistas, a psicólogos y nadie ha podido resolverme este problema.
Mis musas han muerto y con ellas, mis manos dejaron de ser escritoras.
jueves, 13 de febrero de 2014
¿Tienes sueño?
"Me extrañaba bastante que no llamase nadie a la policía." me decía mientras bebía de su jarra. Los primeros días solo era una pareja muy gritona, pero pasada una semana empezaron las cosas raras. "No dejaba de dormir". Cuando me dijo eso, me quedé un tanto extrañado. Le pregunté que si no quería decir que 'No me dejaban dormir'. Él negó con la cabeza. "No, no. No podía parar de dormir. Cuando no díscutían, yo acababa duermiéndome a los pocos segundos, como acto reflejo. Si callaban, me dormía, si discutían, estaba despierto. Era bastante extraño."
Un silencio acogió nuestra mesa mientras el ruido de las calles de Madrid nos abrumaba un poco, pero la historia era bastante impresionante. Pocos segundos después prosiguió.
Al principio, los vecinos de mi amigo solo discutían de día, por lo que el sueño inducido por su silencio no le preocupaba. Pero las paradas de una hora durante el día cada vez eran mayores. Estaba frente a la televisión y se dormía momentáneamente. Estaba haciendo la colada y se dormía de pie. Tardó poco en ir al médico y pedir opinión, ya que tenía miedo de padecer narcolepsia. Le dijeron que en todo caso sería un principio de somnolencia, pero que no le preocupase, que podría ser estrés (Típica respuesta de médico). Mi amigo volvió a su casa y estaban discutiendo. En cuanto se sentó en el sofá dejaron de discutir y cayó en un profundo sueño. No recordaba haber soñado nada. Cuando despertó miró la hora. ¡Habían pasado 10 horas! Y se había despertado con muchas ganas de comer. Como que se había saltado la comida y la cena. Abrió la nevera y arrampló con casi todo el fiambre. Cuando terminó, se sentó en la cama y otra vez dejaron de discutir.
"13 horas de sueño. ¡Era demasiado increíble y preocupante!." Me contaba con efusividad. Comenzó a hacer únicamente dos cosas: dormir y comer. Hasta llegó a ser sonámbulo, durmiéndose en la cama y despertando en el supermercado con la cesta de la compra llena de comida como fiambre o conservas. Acababa pagando todo y volviendo a casa. Comer y dormir. Un día llegó hasta a dormir 22 horas.
No le causaba mucho agrado. Estaba ganando peso y su verano no estaba siendo placentero. Esto duró un mes y medio. Engordó 15 kg y tenía miedo de levantarse de su sofá.
Pasado ese mes y medio, sus inquietantes vecinos se marcharon. O eso pensaba él, ya que no les escuchó discutir de nuevo y empezó a dormir de forma normal y humana. Nunca le preguntó a sus otros vecinos sobre aquellos inquilinos. A lo mejor fue cosas de su mente. Nunca lo sabría.
Hizo dieta y ejercicio y a los 3 meses volvió a estar en forma. Tiempo después encontró a Sonia, su pareja, pero no le contó tal suceso, por si acaso pensaba que estaba loco.
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A día de hoy no he vuelto ha hablar con él. Digo yo que tendrá ya un hijo o una hija y vivirá feliz con su suelo de profesor. Se que su historia no es algo muy sorprendente, pero me parecía curiosa de contar. Lo único que quiero es no tener nunca unos vecinos así.
Voz // I think I can fly
Todo da vueltas y mi cabeza no comprende lo que sucede.
Terror.
No puedo verte. No puedo sentirte.
¿Por qué?
A veces pienso que mi alma puede volar.
Todo lo que quiero es oír tu voz"
martes, 11 de febrero de 2014
Gris y denso.
Me preparo un café y enciendo la televisión. Las noticias anuncian lo de siempre; todo se repite cada día. Parece distinto pero no lo es. Apago la televisión. Se produce un silencio sepulcral. Si me concentro alcanzo a oír las gotas del grifo caer.
Salgo de casa. El día es de un gris denso. La niebla cubre las calles y no se distinguía nada a más de 3 metros.
Hago lo mismo de siempre: trabajo de oficina, cocinar, limpiar... Lo mismo siempre.
Limpio la casa por la tarde y ceno pronto. Una comida frugal y simple, pero suficiente para mí. Tras todo ello, abro la misma botella de whisky. Misma botella, mismos pensamientos.
No aguanto más. Mañana será lo mismo. Mañana será igual de gris. Vivo en esa profunda espiral; todo es igual.
Filósofos de pacotilla
Twitter. ¿A qué os acaban de venir a la cabeza los "famosetes" estos de esta red social que dicen cualquier cosa y todo el mundo les sigue como borreguillos? Seguro que sí.
Ese no es más que un ejemplo, solo para introduciros en situación.
Estas gentes, que en ciertos momentos pienso que son incapaces de pensar, me causan una sensación de malestar general que ni una gripe.
¿A qué me refiero exactamente? Es muy sencillo, gente que viene como poetas, contando lo que las "niñas" quieren leer, aparentando una dulzura fingida que realmente no se la creería ni aunque fuesen políticos (ya que estos últimos son los únicos que se creen sus mentiras).
Es fácil adivinar por qué me siento así con estas personas. Pensáis que vuestra fama os va a convertir en mejor personas, que os va a hacer ser seres dignos de ser envidiados, pero eso nada más acrecentará vuestro falso ego.
Esto deriva en algo muy sencillo: la falta de pensamiento. Cada mañana, cuando me levanto y leo algunas "joyas" de estas gentes, pienso <<Enhorabuena, acabas de involucionar a un nivel inferior>>.
Son falsos pensadores, falsos filósofos. La filosofía está muriendo. Si muere, el hombre caerá doblegado ante su falta de pensamiento, lo que nos llevará a la más profunda de la ruina.
Dejad de pensar en vuestra putrefacta fama, no os proporciona ningún bien, sólo os proporcionará un aumento de estupidez en vuestro diminuto e inexperto cerebro.
sábado, 8 de febrero de 2014
Óxido de mente.
Uno de ellos es la imaginación. ¡Cuan poderosa puede ser! ¿Os imagináis no poder imaginar? Sí, es una contradicción en todos los sentidos, pero es interesante de analizar.
La imaginación es el arma más poderosa del hombre. Es más, posiblemente sea el aspecto más importante del ser humano. Ella es objeto utilizable de todos y cada uno de los homo sapiens que existen; desde el más ignorante al humano más inteligente, la imaginación les posee.
Veamos todo esto con ejemplos, que es lo más visual. A un hombre de cualidades mentales notoriamente limitadas le hacemos la pregunta "¿Qué deseas?". Ello le producirá un estado de abstracción no demasiado complejo que le llevará a la respuesta. En el 80% será "ser rico". Hasta ahí ha usado su imaginación. Si indagamos más, veremos que llega a pensar en "¿Qué haría con ese dinero?".
Como se puede ver, todos pueden pensar. El listo, el tonto, el ignorante, el feo... Nadie está falto de ello. Ahora sí. Existe un grave problema y es que no nos dejan entrenar nuestra imaginación. Estamos bajo un mandato estereotipado que intenta que deseemos todos lo mismo.
La imaginación y el pensamiento son nuestras armas más poderosas y nosotros mismos estamos dejando que se oxiden.
martes, 4 de febrero de 2014
Enfermo // -Saku-
¡Enfermo me llaman! ¡Río ante sus palabras! También sufro, pero no importa.
Las cucarachas recorren los suelos de mi habitación podrida.
Ella está sentada y sus vacíos ojos me observan.
Ella me produce amor. Más allá de lo terrenal. Más allá de mi absurda enfermedad. Más allá de su muerte.
Pálida, podrida y muerta."
Miedo
Tres horas antes estaba en la estación de trenes. Había quedado con unos compañeros del trabajo para cenar. Odiaba las cenas de empresa y más aún aguantar a mis compañeros mientras hablaban de fútbol.
Saqué un cigarro y lo encendí tras ponerlo entre mis labios. El tabaco sabía mucho más amargo que de costumbre, pero tranquilizaba mi ansia interna de nicotina. A la mitad del cigarrillo, el tren llegó. Lo tiré y subí en él. Solo eran dos paradas. Miré mi móvil. Había quedado en quince minutos. "Suficiente tiempo" pensé. En siete minutos llegué a mi parada y ahí estaba Carla. Ella era una compañera de trabajo mas joven que yo. Ella tenía 27 años mientras que yo 32. Nos saludamos con dos besos fuimos al restaurante juntos. Allí encontramos a los otros siete: Jorge, Hugo, Lucía, Nestro, Carlos, Clemen y Phill.
Era un restaurante de calidad al que fuimos: comida sabrosa y abundante, buen vino y fantásticas camareras. Yo estoy divorciado, por lo que si miro a demás mujeres no tengo por qué rendirle cuentas a nadie.
Todos bebimos mucho. Nadie tenía que conducir. Había pasado una hora y yo había estado flirteando con Carla. Su cuerpo no era nada del otro mundo, pero los dos nos sentíamos atraídos sexualmente y no iba a desaprovechar la oportunidad de disfrutar una buena noche.
Tras la cena nos despedimos todos y Carla y yo nos dirigimos a so casa a tomar la última copa, también llamado "preludio al sexo".
Cuando llegamos, saco dos vaso y una botella de whisky barato. A partir de ese momento no recuerdo mucho más. Recuerdo que tuvimos sexo, que me hizo cosas que superaban a cualquier otra mujer con la que he estado. Después todo fue confuso.
Ahora la veo en el suelo levemente. Mis manos están pringosas y el aire huele a cobre. No puedo más. No entiendo nada más. No quería que ocurriese de nuevo. Siempre es lo mismo.
Entonces despierto. Veo la hora: 12:25 de la mañana. 27 de noviembre. Día de la cena de empresa. Quedaré con Carla. Y morirá. Otra vez. La historia se repite. Estoy condenado a vivir su muerte una y otra vez y eso me destrozará. Nunca más.
lunes, 3 de febrero de 2014
Otros tiempos.
Recuerdo vagamente todos los sucesos de esa época, pero hay una serie de acontecimientos que en la vida podría olvidar.
Entre esas edades yo comencé a ver anime, leer mangas y demás frikadas como los foros o ver vídeos en YouTube.
A la hora de ver anime era muy gracioso. Recuerdo bajar un capítulo, y en cuanto estaba, ponerme a verlo para descargar el siguiente. Tardaba más o menos lo mismo y era bastante entretenido. ¡Y no veas lo que sufríamos cuando se nos iba la conexión!
Los vídeos de YT eran mucho mejores. Buscabas uno, lo ponías y lo dejabas cargando y seguías a tus cosas, como hablar con gente o simplemente mirar la barra de carga. ¡Y se catalogaba con estrellas!
Lo mejor era ver anime online. Abrías un capítulo y el siguiente. Y mientras veías uno, cargaba el próximo. Y todo esto robando wifi, claro está.
Ya no hablemos de descargar una discografía. ¡Noches he pasado bajando cuatro discos! Perder la conexión al 99% de la descarga era un sufrimiento.
YT era el lugar por excelencia para ver anime y leer manga. Si amigos, leer manga. Os sonará gracioso, pero era así.
Los DVD's de anime, la revista Minami, de la que conservo decenas de números. Las redes sociales no existían: MESSENGER ERA LA CLAVE. Y junto a él, los foros.
Sí, amigos míos, esa era mi juventud. Una juventud que no cambiaría por nada en el mundo. He sido feliz con ella. Me dejaré cientos o miles de cosas en el tintero, pero creo que ya os he abierto esa llave que va a hacer fluir toda esa nostalgia de juventud de mi época.
domingo, 2 de febrero de 2014
¿En qué crees?
Tolerancia es una palabra muy bonita de escribir y de usar a la ligera. En todos los medios de comunicación la podemos ver como muestra de progresismo cultural y mental, pero no es mas que una máscara que oculta tras de sí una personalidad putrefacta y ridícula.
No sé como abordar el tema sin parecer brusco, sin insultar, sin faltar a nadie. De veras, no lo sé. ¿Lo diferente creéis que es malo? Porque parece que sí.
Amigos míos, por si no lo sabéis, hablo de un problema típico en el mundo entero que son las fobias culturales como pueden ser la xenofobia o la homofobia.
A pesar de los tiempos que corren, aun existe gente que no puede tolerar a los homosexuales. Ven a esas personas como seres del infierno, de forma tanto metafórica como literal, y que creen que son una lacra que ha de exterminarse como cucarachas.
No necesito muchas palabras para hablar de esto. Solo la propia palabra "homofobia" rezuma estupidez humana. Aprended a ser seres racionales, ya que estáis continuamente alardeando de ello. Aprended a pensar y empezad a ser humanos. Dejad la tan maldecida discriminación. Nuestra supuesta "racionalidad" nos ha convertido en los seres más repugnantes que pueden existir.
No a las fobias sociales; todos deberíamos ser tratados de iguales.
¿En que crees?
Somos
viernes, 31 de enero de 2014
Es humano
Vivimos bajo el miedo a que nos odien, a que nos rechacen y a acabar solos. Y es lógico. Somos humanos y hemos desarrollado una defensa ante esto llamada "relaciones sociales".
¿Podemos vivir sin ellas? Si y no. El ser humano, para poder forjarse, necesita relacionarse con sus allegados de alguna forma; necesita aprender y comprender y eso solo se consigue conociendo a gente. Por otra parte, podemos vivir alejados de esta sociedad con tranquilidad.
La mayoría hemos decidido aceptar estas relaciones, lo que ha causado dos grandes problemas: egocentrismo y altruismo.
Si, amigos míos, si. Esos dos son problemas. Seres que creen que son "perfectos", que poseen conocimiento Divino y que su opinión está por encima de la de los demás. Ellos son los egocéntricos y el 99% de la población lo es y todo aquel que intente desmentirlo nada más que nos da razones para que creamos que quiere ser único. Egocentrismo de nuevo.
Os preguntareis "¿Por que el altruismo es un problema?". La gente vive para si misma y hacemos todo para sentirnos bien. La gente que da todo por los que le rodean alimentan el ego de estos primeros: Son esclavos voluntarios que se han rendido ante el mundo creado por el ego.
Por esto viene lo del principio. Soy mi propio enemigo. Yo me condiciono, yo me obligo a mi mismo a ser de una manera. Vivimos bajo miedo de pensar por nuestra cuenta. Somos nuestro mejor enemigo y eso, amigos míos, es humano.
jueves, 30 de enero de 2014
5 - Libros con historia
Se vistió y cogió su cartera y chaqueta. Recordaba cuando de pequeño iba a la librería del señor Himura. Genji Himura era un inmigrante japonés que llevaba en aquella ciudad casi toda la vida. Nunca visitó Japón, ya que su familia, a excepción de sus padres, había muerto. Vino a este país con sus padres: Un profesor de literatura inglesa y una traductora de varios idiomas (inglés, japones, español, francés...). Cuando llegaron, la madre abrió la librería y la nombró con el apellido de su esposo, Himura. La librería al principio no era muy famosa en la ciudad, pero poco a poco, la buena actitud de los propietarios lanzó el negocio hacia un buen lugar.
Kevin recordaba ir de pequeño a ojear y comprar algún libro. La madre de Genji, Izumi, era una mujer amable y respetuosa. Se portaba con Kevin como si este fuese su propio hijo. De pequeño no solía ver mucho a Genji, ya que estaba en la época de preparatoria universitaria. Genji es veinte años mayor que Kevin, pero eso no le impedía tratarle como a un hermano defendiéndole cuando lo necesitase. Cuando la madre murió, hace once años, el joven Himura tomó las riendas de la librería. A causa de los viajes de su padre, solo él podía llevar el negocio. Cada vez que el padre volvía, traía algún libro raro para Genji.
Genji se hizo con el nombre de "el señor Himura" por toda la ciudad y todo el mundo le llamaba así. A pesar de tener solo 45 años, Genji tenía un aire envejecido a causa de sus canas. Su barba también canosa, le ocupaba casi toda la cara por debajo de la nariz. Sus ojos reflejaban una serenidad propia de un pensador asiático. Cuando Kevin entró por la puerta, Genji esbozó una sonrisa bajo su barba y se acercó a abrazar a su amigo.
- ¡Hacia tiempo que no te veía, Kevin! Pensaba que te habías ido del país -. Dijo Genji con tono gentil.
- Poco me ha faltado, amigo mio, pero este lugar tiene algo que no me dejará nunca salir. - Ambos rieron y continuaron con su charla -. ¿Como va el negocio?
- Fatal. La gente ya no lee. Todos prefieren esperar a la película, y si no la sacan, piensan que no merece la pena la novela.
- Pues hoy vengo a darte una alegría. Vengo a por unos libros, que mi biblioteca se está quedando obsoleta.
- Sirvete. Ya sabes donde están las estanterías.
Subiendo las escaleras se encontraban las estanterías, todas bien ordenadas por géneros literarios: ficción, novela negra, novela cotidiana, biografías... Todas perfectamente ordenadas. Realmente Kevin no buscaba nada en especial, solo que ya había leído casi todas las novelas que tenía en casa. Uno de sus géneros favoritos era la novela negra.
Kevin disfrutaba buscando libros. Llegó a la sección de novela negra. El pasillo estaba vació y ola a papel nuevo. Sus dedos viajaban por el lomo de los libros a medida que leía los títulos. Sacó varios que le llamaron la atención, aunque no tardaron en volver a su sitio original. Tras diez minutos mirando, encontró un par de novelas interesantes sobre detectives.
Como le sabía a poco solo llevarse esos dos libros, pensó en llevarse alguna novela cotidiana, del estilo de El gran Gatsby. Se dirigió al pasillo de la novela cotidiana y se encontró a una chica mirando libros. Su pelo era castaño, su pecho amplio y poseía una semidelgadez digna de una diosa de la belleza. Vestía una blusa y nos vaqueros azules. "Es la chica del bar" pensó Kevin. Podría reconocerla a kilómetros. Cuando ella se giró, Kevin pudo fingir a tiempo que no la estaba mirando. Ambos ojeaban libros en silencio, hasta que aquella mujer lo rompió:
- ¿Tú no eres aquel chico del bar de esta mañana? - Preguntó ella con curiosidad. Kevin se fijó que ella había dejado de buscar libros y estaba mirándole fijamente.
- Si, creo que soy yo. Nunca te había visto en la librería ¿Vives aquí?
- No, estoy de visita en casa de mi hermana, que acaba de tener un niño
- Enhorabuena - Añadió Kevin amablemente
- Dáselas a ella. Soy soy muy de niños. ¿Tú vives aquí?
- No, vivo en el centro. Estoy en el hotel de enfrente alojado.
Ambos volvieron a sus libros y dejaron de hablar. Entonces el silenció se rompió de nuevo.
- Soy Mary. ¿Cual es tu nombre?
- Kevin
- Kevin... ¿Tienes algo que hacer esta noche? Mi hermana cocina fatal y estaba pensando en cenar fuera de casa. Cenar sola es un poco triste e imagino que hacerlo en el hotel será lo mismo. ¿Quieres cenar esta noche?
- No tengo nada mejor que hacer.
- Estupendo. Quedamos en dos horas en la puerta del hotel. Pásalo bien con tus libros.
Mary escribió el número de teléfono de su hermana en una servilleta y se la tendió a Kevin, por si tenía que llamarla. Tras eso, ella le besó la mejilla y se marcho con una sonrisa. Kevin no entendía lo que había sucedido. Pagó los libros y se marchó de la librería despidiendo a Genji con un abrazo.
El joven no sabía que había pasado. Su mejilla ardía pero sin ser molesta. Cuando salió, la calle estaba oscura, iluminada únicamente por dispersas farolas que imitaban a las estrellas en la fría tarde.
sábado, 18 de enero de 2014
4 - Nunca cambia nada.
Kevin cerró los ojos de nuevo y le dio una larga calada al cigarro. Su mente estaba llena de rabia y debía calmarla de alguna manera. La calle estaba en absoluto silencio hasta que una voz femenina le llamó de cerca:
- Kevin...
El joven abrió los ojos y miró a su hermana. Ella tenía 27 años, aunque aparentaba ser tan joven como su hermano. Tenía el pelo castaño y ondulado, que le caía por los hombros y unos ojos color miel. En la escuela secundaría ella era la chica más llamativa de clase: responsable, guapa, amable, empática. Todos los chicos, y más de una mujer, se sentían atraídos por ella tanto sexual como sentimentalmente. La mirada de su hermana infundía una serenidad cómoda que su hermano pedía a gritos dentro de su encolerizada mente.
- Kevin, siento mucho lo que dijo papá. El está realmente preocupado por ti. Ambos sabemos que el no te desea ningún mal.
Ambos sabían que era mentira, pero al joven le tranquilizó ver que su hermana se preocupaba algo por él. Ella siempre le había cuidado y defendido de su padre y se lo agradecería eternamente.
Su hermana había estudiado derecho y ejercía como abogada. Su padre estuvo siempre orgulloso de ella. Su hermana era la hija perfecta de la familia. Por otro lado, nunca estuvo de acuerdo con las decisiones de Kevin. No soportó que estudiase filosofía. Tampoco que se fuese de casa. De pequeño nunca le había dicho ni una sola palabra de ánimo o apoyo y mucho menos, expresar que estaba orgulloso de él. Incluso llegó a pensar que su padre no lo era realmente. Nunca le trató como a un verdadero hijo. Nunca se preocupó. Nunca estuvo para nada.
Después de que su hermana se disculpase en nombre de aquel hombre al que llamaba "padre", se creó un pequeño silencio que solamente se prolongó durante unos segundos. Entonces Kevin rompió esa situación:
- No voy a dormir en casa. Me iré a un hotel - Hizo una pausa para terminar el cigarro y encender el tercero- El billete de vuelta a mi casa no es válido hasta pasado mañana. Me quedaré dos días en el hotel y haré algunas visitas.
- ¿Estás realmente seguro?
- Tranquila, soy lo suficientemente mayor para tomar estas decisiones.
- Vámonos a casa.
El joven se levantó del banco y acompaño a su hermana hacia casa. Durante el trayecto, que no llegaría a los 5 minutos, no cruzaron una sola palabra, cosa que no iba a ayudar con la situación de tensión padre-hijo que habría en casa.
Cuando llegaron, su madre estaba en la puerta con cara de preocupación, la cual cambió de forma casi inmediata al verles entrar. Cuando se pararon al lado suya, ella les dijo que la comida estaba preparada ya.
Entraron en la casa y se dirigieron directamente al comedor, donde, como había advertido su madre, la comida estaba lista. No era una comida sobreabundante, sino hecha a medida del apetito de todos los miembros. Kevin y su padre se sentaron en sendos extremos de la mesa para evitar tenerse cerca. Durante la comida, ninguno de ellos pronunció ni una sola palabra. Únicamente su madre y su hermana hablaron: trabajo, vida personal, problemas en sus respectivas ciudades... Tocaron todos los temas propios de una sobremesa familiar.
Tiempo después terminaron de comer y Kevin pensó que debía ir a reservar habitación en algún lugar. Solo existían dos hoteles en aquella ciudad, los cuales estaban en puntas opuestas de la ciudad. El joven se levantó y tomo sus cosas con tranquilidad. Su madre insistió en que se quedase, pero el dijo que debía hacer cosas temprano y no quería molestarles. Todo eran excusas. Al final, su madre, con un gesto algo descontento, aceptó la decisión de su hijo y se despidió de él.
En pocos minutos ya estaba en la calle. El día era algo sombrío, como si el solo no quisiera salir mucho. El joven estaba algo entristecido por su hermana y su madre, pero cuando pensaba en aquel hombre sobre el sillón del salón, no podía evitar apretar el puño. En ese momento, el joven se dirigió hacia el hotel más cercano, para intentar descansar y poder acabar el día de una vez de forma apacible.
Intentó recordar cual podría ser la manera mas veloz de ir hacia el hotel. Al final decidió ir andando y si no conseguía habitación, tomar un taxi.
De camino a su posible alojamiento, pasó a lado de decenas de establecimientos, en especial tiendas de ropa y bares. En la ciudad en la que él vivía abundaban los bares, pero no había tantas tiendas de ropa, aunque eso no significaba que hubiese pocas.
Casi media hora después, tras callejear bastante y preguntar, alcanzó el hotel. No era para nada lujoso, sino de un nivel bastante sencillo. Tenía un pequeño bar-comedor y muebles que parecían heredados de los abuelos de los dueños.
Se acercó al mostrador y preguntó por alguna habitación libre. Dio la casualidad de que les quedaban algunas libres en la primera planta. Tenía a elegir entre la 112 y la 107. Le daba igual realmente cualquiera de ellas. Acabó al final en la 107. Pagó por adelantado los dos días y subió sus pocas pertenencias a la habitación. Se sentía cansado y prefería descansar un poco hasta la tarde, por lo que se quitó la ropa y se metió en la cama. A los pocos minutos cayó dormido envuelto entre sus pensamientos de frustración ante su rutina.
(Continuará)
miércoles, 15 de enero de 2014
Bienvenidos a la hipocresía
Exacto señoras y señores. Hemos creado el mayor circo de la historia de España. Una crisis económica es lo que todo el mundo ve ¡Y es cierto que la hay! Pero no es la única crisis ante la que nos encontramos.
Cientos de años atrás, durante la época de Descartes, hubo otra crisis, no económica como esta, pero si una crisis de valores. La gente no sabía pensar. no conocía que era el mundo: no sabía nada.
Ahora mismo nos hallamos ante una crisis de valores. Hemos perdido nuestra facultad de pensar como seres racionales, de creer en cosas que no son reales, de no saber ver mas allá de los medios de comunicación, que están sobremanipulados.
Las manifestaciones no sirven. No hay orden. No somos más que seres esparcidos por un país pobre y corrupto. Mala gestión política (por no decir casi ausente), leyes anticuadas y propuestas casi dictatoriales. Realmente no lo comprendo. Os quejáis. TODOS. Todos os quejáis del país, pero no sabéis pensar. Os quejáis porque los demás lo hacen.
Y no olvidemos el tema policial. Haciendo mención a la expresión "vivimos en un país que teme más a la presencia de la policía que a su ausencia" creo que todo está dicho. No podemos seguir viviendo de esta forma, pero tampoco ser unos radicales sin sentido común.
Solo os digo una cosa: Bienvenidos a la península dictatorial de Españistán.
jueves, 9 de enero de 2014
3 - En el fondo del vaso.
Encontró uno cerca de la estación. En el bar estaban un par de señores jubilados que hablaban de las medicinas que tenían que tomar mientras saboreaban un vino, tres madres que conversaban sobre la mala gestión del colegio de sus hijos y una joven, de unos 24 años, pelo castaño, amplio pecho y caderas semiestrechas. A pesar de no estar falta de busto, gracias a su altura estaba lo suficientemente proporcionada. Mediría aproximadamente un metro setenta. Llevaba unos simples vaqueros azules ajustados, una blusa color turquesa y una diadema blanca. Complementaba todo aquello con un colgante del que pendía una letra rúnica. Hacía tiempo, el joven había leído bastante sobre aquel abecedario y la reconoció al momento. Era la runa Thuris, propia del dios Thor.
Mientras esperaba al camarero a que le atendiese, el joven observaba a la mujer con atención y curiosidad. Era preciosa, de eso no había duda. Lo que le extrañaba es que, en una ciudad como aquella hubiese mujeres de ese tipo. Él había estado viviendo allí hasta los 20 años que se independizó de sus padres y no recordaba haber visto a nadie similar en la ciudad. Posiblemente solo estuviese de paso por aquel lugar.
Pensó en invitarla a una copa, pero a la una de la tarde puede que no fuese una buena idea. En ese momento el camarero le atendió. El pidió ron dulce con hielo. No conocía a mucha gente que tomase el ron solo excepto el mismo. El tacto que dejaba aquel tipo de alcohol le reconfortaba la garganta bastante, además de que, antes de ir a ver a su padre quería mentalizarse y una copa no le venía nada mal. Había tenido problemas con el alcohol hacía dos meses, pero se dio cuenta del fallo que estuvo cometiendo a tiempo. No era un problema de puro alcoholismo, solo pensó que podría beber lo suficiente para olvidar sus problemas. Gracias a sus amigos consiguió darse cuenta a tiempo de que emborrachándose no iba a conseguir nada. Consiguió dejarlo y ahora bebía muy de vez en cuando.
El joven miraba su vaso, aunque reiteradas veces enviaba sus ojos a contemplar a la mujer que le acompañaba en el bar. A los 5 minutos, la mujer pagó, se levantó y se marcho, no sin antes dedicarle, o al menos eso pensaba él, una sonrisa al joven. Al poco tiempo de salir, giró la esquina y desapareció tras el edificio.
Miró la hora y, aunque aun faltasen 15 minutos para la hora de comer en casa de sus padres, se bebió de un trago la copa. Llamó al camarero, pagó y se marchó tranquilamente. Nada había cambiado desde que se fue hace unos años de aquel pueblo. Todo seguía en su sitio, como si le hubiese estado esperando continuamente.
Cinco minutos después de salir del bar, llegó a casa de sus padres. Vivían en un chalet no muy grande, adornado con ladrillo y una verja de acero blanca para evitar que la gente entrase. Llamó a la puerta y salió su madre a saludarle. A pesar de sus casi 50 años, era una mujer de aspecto jovial, pelo moreno y ojos verdes. Por los estragos de la edad se le notaban las lineas de expresión. Nunca había visto a su madre triste excepto en el funeral de hacía 3 meses de Alice. Siempre evitaba pensar en su nombre, pero nunca podría olvidarlo. Fue el momento mas feliz de su vida y aquel nombre permanecerá en su mente como un eco del pasado.
Su madre, cuando salió a darle la bienvenida, lo abrazó y notó como alguna lágrima de felicidad escapaba de los ojos de aquella mujer. El joven la respondió el abrazo y se sintió cómodo a su lado, como si nada malo fuese a suceder. Cuando se separaron, él rompió el silencio:
- Felicidades madre. Me alegro de verte mucho.
- Gracias Kevin - Nunca le gustó su nombre al joven, pero se conformaba. Era un nombre simple y que no le pegaba realmente- Tu padre está dentro, viendo la televisión y tomando una cerveza, pasa a saludarle. En veinte minutos estará la comida. Dentro está también tu hermana, que ha venido ya que no tenía que trabajar.
Kevin entró con su madre en aquella casa. Todo seguían siendo recuerdos del pasado que no sabía si quería volver a vivir o no. Todos los recuerdos familiares, discusiones con su padre, su primera vez. Todo residía en esa casa.
Con algo de miedo, entraron en la casa y se dirigió al salón a saludar a su padre. Desde el pasillo le vio sentado en el sofá con una cerveza en la mano. Su padre tenía un físico curtido por la edad. Siempre había trabajado con el físico en la construcción. Tenía el pelo ralo y canoso. Parecía mucho mayor de los 50 años que tenía. Kevin tragó su orgullo y entró en la estancia con toda su buena voluntad, esperando poder pasar dos días en tranquilidad.
- Hola padre.
- Eres tú... Te esperaba más tarde - Dijo cortante.
- No hubo mucho retraso de trenes y madrugué bastante - Su padre ya comenzaba con los ataques, pero Kevin se calmó y prosiguió - Hace media hora que llegué a la ciudad.
- ¿Y como has tardado tanto? ¿Otra vez emborrachándote en el bar?
- No empieces.
- ¡No! Siempre has sido puras molestias. Estudias cosas inútiles y encima un maldito borracho. No sé ni como te dignas a venir todos los años...
En ese momento apareció la madre de Kevin. Cuando preguntó que sucedía, no hubo respuesta. El joven salió de la casa y fue a un parque cercano antes de volver. Estuvo pensando en lo que había dicho su padre. Nunca se llevaron bien, pero no era para tener que recriminarle todo lo que hacía. Necesitaba un cigarrillo. Saco la cajetilla, se encendió uno y notó como el humo del tabaco viajaba hasta sus pulmones. Entonces se sentó en un banco, miró al cielo y pensó si podría aguantar aunque fuese una hora en aquella casa.
(Continuará)
miércoles, 8 de enero de 2014
Materialismo intelectual.
lunes, 6 de enero de 2014
La sexualidad y la educación.
Enciende la televisión y dime que ves. Seguramente veas objetos inútiles que quieres comprar, y no te culpo por ello, es algo lógico. Pero vayamos más allá. Programas de televisión. ¿Sabes que hay en ellos? Tetas. Si, tetas. No hay nada que llame más la atención.
Esta pequeña introducción me sirve para abordar el tema principal. Vivimos en una sociedad sexualizada. El sexo es una herramienta presente en los medios de comunicación. Niños observan todo ello sin saber que es, pero les gusta verlo. El sexo es algo propio de la naturaleza y no hay que hacerlo tabú, pero esa manía de ahora de tratarlo como un tema normal entre la juventud no es una gran idea.
El ser humano, gracias a la evolución madura sexualmente antes, hablando de características físicas: Los hombres obtienen espermatozoides maduros a edades mas tempranas y las mujeres tienen la regla casi con 11 o 10 años. Eso no es culpa del ser humano, pero lo que estamos haciendo y si es nuestra culpa, es inculcarles de forma directa o indirecta a niños que aun no son maduros de forma mental.
Las edades de aprendizaje están mas que estudiadas y la madurez de un ser humano, en términos intelectuales, no se alcanza mínimo hasta los 15 años.
No hablo de prohibirles nada relacionado con el sexo. No, amigos. Hablo de educación. Hablo de ser consciente que estamos haciendo con la sociedad, porque un problema debe haber cuando hay niñas con 13 años embarazadas. Hemos olvidado la educación con la premisa de que somos libres. Un perro es libre porque no vive en una sociedad con pilares sólidos.
El hombre es libre, pero eso le transforma en descuidado y es culpa nuestra de que hoy en día existan seres inmaduros mentalmente que puedan reproducirse.
Finalizo esto diciendo que en esta sociedad no nos falta libertad. No podemos hablar de libertad si aquí todos somos seres que viven en una sociedad fuera de la educación. Empecemos a pensar en los errores que cometemos ahora, que cuando seamos una sociedad inteligente, hallaremos la ansiada libertad que merecemos.
domingo, 5 de enero de 2014
Ryuusei
lueven estrellas~
El soñador observa los pequeños pétalos, alineados a sus costados como si fueran las marcas de una ferrovía oxidada
Camino descalzo por un prado mientras observo repentinamente el cielo estrellado sin luna
El Panorama es un aguacero de estrellas que caen, que son el centellear de muchos millares de años luz.
Las mitologías griegas, de chispas pintan este cielo puro de un pálido azul profundo,
Puntillas húmedas, miro el cielo, camino…
Primero tu mano, dentro de la palma sucia de tu mano.
No olvido el verdadero color del paisaje que amabas
Sin embargo, ahora igualar el polvo de estrella que es tan brillante...
El amante tiembla bañado de lágrimas
Esto sujetó la mano, tan tristemente cálida
No olvides la belleza del futuro visto en tus sueños
El grupo de las estrellas que caían, estrellas que desaparecieron tu sonrisa
Me culparon de cerrar tu cielo
En eso mirabas hacia el cielo, ahora sobre qué estás pensando?
El amante tiembla bañado de lágrimas
Esto sujetó la mano, delgada, débil,
Cayendo tus lágrimas se parecen a las estrellas
Ahora, este cielo completo, como un meteoro
Las estrellas están coloreando este cielo puro, las ferrovías son mojadas por la niebla de la noche
Sobre el oxidado y alejado soñador, las flores de cuatro pétalos guardan la vida como un caprichoso plato
Como si sus manos entrelazadas no pudieran dejarlos ir
Como si sus dedos entrelazados no pudieran dejarlos ir
En lo alto del cielo, las estrellas que están cayendo como una incesante lluvia del inicio del verano o una ducha ligera en otoño
en esta tierra maniática de la limpieza , camino descalzo en las ferrovías
Solamente una mano cálida sujeta la ferrovía
La suciedad de la palma de tu mano
El Panorama es un aguacero de estrellas que caen, camino en Puntillas húmedas
Como si sus manos entrelazadas no pudieran dejarlos ir
Como si sus corazónes unidos no pudieran separarse jamás